miércoles, 20 de marzo de 2013

Cuando aprendas a considerar tu vida

CUANDO APRENDAS A CONSIDERAR TU VIDA /Wyne Dyer

Cuando aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el milagro que es, comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el milagro que eres.

Cada instante que pasas disgustado, desesperado, angustiado, furioso o dolido a causa del comportamiento de otra persona es un instante en el que renuncias al control sobre tu vida

Obsérvate a ti mismo y a los demás en este mundo disparatado, y después decide que es mejor, pasear por ahí la rabia o desarrollar un sentido del humor que te proporcionará a ti y al prójimo el más preciado de todos los dones: la risa.

En la vida todo es paradoja. Cuanto más desees la aprobación, más contundente será la negativa de los demás a aprobarte; cuanto menos te importe el que te aprueben o no, más aprobación conseguirás.

Cuando alcanzas suficiente paz interior y te sientes realmente positivo, es prácticamente imposible que otra persona te controle y te manipule.

Si eres feliz, si vives cada momento aprovechando al máximo sus posibilidades, entonces eres una persona inteligente.

Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.

En verdad no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes que las preguntas.

No necesitas admitir a nadie en tu vida a menos que llegue cargado de afecto y armonía.

El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre ha hecho.

No dejes que los planes que tienes para ti sean más importantes que tú mismo.

¡Vive! ¡Ama! ¡Se Feliz!

WAYNE W. DYER

lunes, 18 de marzo de 2013

Yo siempre te espero


Yo siempre te espero (Adoptar)

Adoptar es engendrar un sentimiento
hacia un hijo que no sabemos
cuando y si finalmente llegará

Adoptar es preservar un lugar del corazón
(inmune de todo egoísmo y amor propio) 
grande, inmenso y acogedor
donde habitarás el día que llegues

Adoptar es animarse a caminar
por una justicia que no tiene corazón
y por consiguiente no escucha los latidos
que estallan en mi ser interior

Justicia inoperante, indiferente,
burocrática e insensible
de almas indefensas
que solamente claman por amor

Por ello adoptar significa
Esperar sin desesperar
Perseverar sin desfallecer
Querer sin pretender
Agradecer sin presionar
Aceptar aunque sin entender
y mientras tanto
amar en la adversidad
amar en la intimidad
amar en la injusticia
amar en la espera

Y mientras se espera soñar interminablemente
con abrazos inhibidos
de rostros sin nombres
Con deseos incontenidos
de caricias al vacío
Con besos al aire
de canciones de cuna en silencio.
Con  llantos sin bebés
y sonrisas sin destino

Adoptar es abrazar el corazón de una mamá
que en el más inmenso gesto de grandeza
abre sus manos para dar a su hijo en adopción

Mamá que por ello tal vez no encuentra
consuelo ni compasión
mezcla de dolor, desgarro y culpa
que no cicatrizan aún en su corazón

Adoptar es sabiduría de amor
ya que todos los sentimientos
sea entre amigos, hermanos,
pareja y padres e hijos
habitan en el corazón….donde sino

Y para aquella sociedad que gusta de rótulos
si cada ADN espiritual es único, personal e individual
significa que no se hereda de los padres
por lo que entonces somos todos espíritus en adopción.

Adoptar un hijo es llenar de amor
un espacio vacío que ninguna otra
persona podrá ocupar
Héroes anónimos
en almas gigantes
Gesta de amor
que trasciende en el corazón

Por todo ello hijo
yo siempre te espero
Como esperan todos los padres
mientras sigo preparando
tu habitación en mi corazón


Tomando de Facebook Adopcion "un gesto de amor" (Fernando Evangelisti)

miércoles, 6 de marzo de 2013

Bella canción

 Comparto con ustedes esta hermosa cancion que he encontrado como un himno en varios blogs 
sobre la adopción y que nos representa :)

martes, 5 de marzo de 2013

Tengo derecho a vivir en familia que me cuide, me alimente, pero por sobre todo, que me quiera


    El día 14 de Agosto de 1990 fue promulgada como Ley de la República de Chile, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, conjunto de derechos humanos particulares de todos los niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años. Nueve años después, teniendo este marco legal y ético, entra en vigencia en nuestro país la Ley 19.620, que regula la adopción y que establece en su artículo n° 1 que "la adopción tiene por objeto velar por el interés superior del adoptado, y amparar su derecho a vivir y desarrollarse en el seno de una familia que le brinde el afecto y le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades espirituales y materiales, cuando ello no pueda ser proporcionado por su familia de origen".
    Pero ¿Quién está en el centro de estas leyes?, ¿Qué implicancias tienen en la vida de las familias adoptivas este derecho humano? Son preguntas relevantes que merecen ser abordadas.
    En primer lugar, es necesario reconocer que, si bien, la adopción es un camino para la satisfacción plena de un anhelo de familia compartido por adultos, el foco está puesto en el niño; y esta opción nace como un mecanismo regulado por el Estado, que busca reestablecer a los niños y niñas que han sido vulnerados, su derecho a vivir en familia, pero no en cualquier tipo de familia, sino en aquella que les permita desarrollarse como sujetos pleno de derechos. Y aquí entramos en el terreno de las implicancias.
    No existiendo un modelo único y válido de familia, ni aquella que sea “perfecta”, las familias adoptivas tienen, en este sentido, un sello particular: han sido “elegidas” por la sociedad para que asuman, con amor, responsabilidad y para siempre, la misión de concretar la restitución de este derecho. La familia adoptiva, en conjunto con su nuevo integrante, es la llamada a cambiar la trayectoria vital de ese niño o niña que vivenció la frustración de un proyecto familiar asociado a sus orígenes. Esto implica proveer a sus nuevos hijos e hijas de todo lo necesario, tanto en el ámbito material como espiritual, para que ellos gocen de la posibilidad real de desarrollarse integralmente, de participar activamente en su entorno familiar, escolar, comunitario y en las decisiones que los afectan, y de vivir sintiendo que son protegidos, por derecho irrenunciable, contra toda forma de violencia, abuso o negligencia.
    Restituir el derecho a vivir en familia, es más que compartir un apellido y un hogar, implica garantizar que nuestros hijos e hijas crezcan en un ambiente estimulador, cariñoso y protector, donde sus necesidades y sueños sean el eje de nuestra vida familiar.
Tomando desde la revista Adopción y familia.